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CIRUGÍA

Reducción Mamaria

La reducción mamaria es un procedimiento quirúrgico que disminuye el tamaño del pecho al mismo tiempo que lo eleva y lo remodela.
Los beneficios que se obtienen tras una reducción mamaria son tanto funcionales como estéticos.
Funcionalmente, la reducción del pecho puede cambiar la vida de las mujeres, que habitualmente sufren continuos dolores de cuello, espalda y hombros generados por el peso que soportan constantemente debido a unos pechos grandes y pesados. También dejarán de estar limitadas a la hora de realizar ejercicio físico, y no tendrán problemas para vestirse o sentirse cómodas con trajes de baño.

Estéticamente las mamas tendrán un volumen acorde a la altura y la constitución de la paciente, estarán situadas en una posición elevada y adecuada para la paciente y tendrán una forma redondeada, con areolas de un tamaño normal, situadas en una posición centrada dentro del pecho.

Más información sobre esta cirugía

Pasos a seguir recomendados antes y después de ser intervenida

Las mejores candidatas

Mujeres sanas y emocionalmente estables que buscan remodelar sus mamas con el fin de reducir su tamaño y mejorar su forma.
Lo ideal son pacientes con un IMC (índice de masa corporal) correcto, es decir, un peso acorde a su talla, aunque en ocasiones el beneficio que se obtiene tras la reducción de peso en el pecho es suficiente razón para realizar la intervención en pacientes con sobrepeso.
Una situación excepcional es la hipertrofia virginal, un trastorno poco frecuente y benigno en el que el pecho experimenta un crecimiento rápido y continuo durante la pubertad. En estos casos, siempre que sea posible, la cirugía de reducción de pecho se debe de retrasar hasta que el pecho deje de crecer, ya que si se opera antes puede ser necesaria una segunda reducción mamaria o tratamientos más agresivos.

Cirugía paso a paso

  • Siempre se realiza en una clínica, bajo anestesia general.
  • La duración puede oscilar entre 2 y 3 horas.
  • La técnica quirúrgica empleada será personalizada y se adapta a cada caso en particular.

La recuperación

Las pacientes no suelen referir dolor, y puede hacer una vida normal desde las primeras semanas tras la intervención, aunque al principio debe evitar realizar esfuerzos físicos con los brazos.
El tratamiento postoperatorio se reduce a llevar un sujetador deportivo día y noche durante unas 6 semanas, e hidratar la piel del pecho y las cicatrices.

Su nuevo aspecto

Tras la intervención, el cambio en el volumen y la forma de las mamas es inmediato, aunque, lógicamente, irán mejorando con el paso de los meses.
La cirugía genera unas cicatrices en las mamas que al principio son más evidentes, pero que van aclarando con el paso de los meses, aunque no llegan a desaparecer completamente, lo que no suele ser un problema para las pacientes cuyo comentario más frecuente es “sólo me arrepiento de no haberlo hecho antes”. El cambio en el peso y la forma del pecho y, sobre todo, la mejora en la calidad de vida que experimentan las pacientes es una compensación más que suficiente.

Mujeres sanas y emocionalmente estables que buscan remodelar sus mamas con el fin de reducir su tamaño y mejorar su forma.
Lo ideal son pacientes con un IMC (índice de masa corporal) correcto, es decir, un peso acorde a su talla, aunque en ocasiones el beneficio que se obtiene tras la reducción de peso en el pecho es suficiente razón para realizar la intervención en pacientes con sobrepeso.
Una situación excepcional es la hipertrofia virginal, un trastorno poco frecuente y benigno en el que el pecho experimenta un crecimiento rápido y continuo durante la pubertad. En estos casos, siempre que sea posible, la cirugía de reducción de pecho se debe de retrasar hasta que el pecho deje de crecer, ya que si se opera antes puede ser necesaria una segunda reducción mamaria o tratamientos más agresivos.

  • Siempre se realiza en una clínica, bajo anestesia general.
  • La duración puede oscilar entre 2 y 3 horas.
  • La técnica quirúrgica empleada será personalizada y se adapta a cada caso en particular.

Las pacientes no suelen referir dolor, y puede hacer una vida normal desde las primeras semanas tras la intervención, aunque al principio debe evitar realizar esfuerzos físicos con los brazos.
El tratamiento postoperatorio se reduce a llevar un sujetador deportivo día y noche durante unas 6 semanas, e hidratar la piel del pecho y las cicatrices.

Tras la intervención, el cambio en el volumen y la forma de las mamas es inmediato, aunque, lógicamente, irán mejorando con el paso de los meses.
La cirugía genera unas cicatrices en las mamas que al principio son más evidentes, pero que van aclarando con el paso de los meses, aunque no llegan a desaparecer completamente, lo que no suele ser un problema para las pacientes cuyo comentario más frecuente es “sólo me arrepiento de no haberlo hecho antes”. El cambio en el peso y la forma del pecho y, sobre todo, la mejora en la calidad de vida que experimentan las pacientes es una compensación más que suficiente.

CASOS REALES

Antes y después de la intervención

A continuación ofrecemos diversos casos de pacientes que han confiado en nosotros para la realización de una reducción mamaria.

Caso 1

Mujer 19 años con dificultad para realizar deporte.
Mamas asimétricas (95D) con ptosis en grado II y areolas grandes y alargadas.

Reducción: Mama dcha 350 gr, mama izda 467 gr
IQ: Pedículo superior y cicatriz en T invertida.

Utiliza la barra de desplazamiento para ver el antes y el después.

Caso2

Mujer 19 años con dificultad para realizar deporte, incluso vestirse.
Mamas asimétricas (T110C) con areolas muy grandes. Ptosis grado IV.

Reducción: Mama dcha 600 gr, mama izda 500 gr
IQ: Pedículo superior y cicatriz en T invertida.

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Caso 3

Paciente de 52 años con dolores cervicales fuertes, que no mejoran a pesar de la rehabilitación.
Contaba con un descolgamiento del pecho o hipertrofia muy importante, de grado IV y areolas grandes y alargadas.

Resultado tras la cirugía:
A nivel funcional: el dolor cervical desaparece
A nivel estético: conseguimos un pecho proporcionado.
Talla de sujetador 95E a Talla 95C.

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Caso 4

Mujer 66 años con fuerte dolor de espalda y dificultad para realizar deporte.
Mamas asimétricas (T 105 D-E) con areolas grandes. Ptosis grado IV

Reducción: Mama dcha 640 gr, mama izda 564 gr
IQ: Injerto libre de areola y cicatriz en T invertida.

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Caso 5

Mujer de 50 años con dolores de espalda, sobre todo cervicales, y molestias en los hombros donde se le forman surcos.
Mamas (T 120) asimétricas con areolas grandes. Ptosis grado IV.

IQ:
– Pedículo inferior y cicatriz en T invertida.
– Mama dcha 813 gr, mama izda 817 gr

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Podemos reunirnos contigo y tomarnos el tiempo para abordar adecuadamente tus inquietudes.

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